Si triste fue la noticia al enterarnos de la perdida de un español en una "guerra" en la que nuestra misión es establecer la PAZ, más triste aún fue el descubrir que el dolor se nos acercaba a casa al enterarnos que Joaquín era cordobés, la sensación de que algo próximo a ti se va se agudiza y lo haces tuyo. Pero la noticia tenía un pozo aún más doloroso tras leer las palabras de nuestro querido Luis Miranda en su crónica en Abc al comunicarnos su vinculo con una hermandad cordobesa, su hermandad del Descendimiento. Se nos ha ido un cofrade, un hombre de bien desempeñando su vocación de ayuda al prójimo, se nos ha ido un hermano de costal y trabajadera.
Joaquín, que la mano que nos tiende tu Señor del Descendimiento sea para darte ese Buen Fin con el que sueña todo cristiano, Descansa en Paz.
Rafa López, Fratren Cotidie.
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