Emilio Molina Gómez (Bujalance, 24 de noviembre de 1956) es desde hace poco más de un mes el nuevo hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, la imagen con más devoción de Córdoba. Aunque ya conoce la cofradía desde dentro tras su paso por la tesorería, Molina afronta como cabeza visible uno de los mayores retos de la hermandad, la celebración del 50 aniversario de la coronación canónica de la venerada imagen.
-¿Cómo afronta este nuevo reto?
-Aunque ya pertenecía a la anterior Junta de Gobierno como tesorero, ahora comienza una nueva andadura como hermano mayor. Se decidió apostar por un proyecto de continuidad y fui el elegido.
-¿Pesa la responsabilidad de gestionar una de las mayores devociones de la ciudad?
-Sí, lo he asumido con ilusión pero consciente de que supone una enorme responsabilidad. Todo lo que hacemos se mide con lupa y estamos especialmente observados, pero es normal que tenga repercusión porque es la devoción de Córdoba.
-¿En qué se basa su programa de gobierno?
-Acabamos de terminar la obra de la casa de hermandad que aún quedan pagos pendientes. Además de eso, los cinco sentidos los tenemos puestos en el cincuentenario.
-No llega usted al cargo en un año especialmente tranquilo…
-La verdad es que no. Entre todos los actos de la celebración del aniversario y la salida en la Regina Mater tendremos que afrontar un primer año complicado. Si todo sale bien, la Virgen de los Dolores saldrá en tres ocasiones a la calle en 2015 y eso tiene un enorme trabajo detrás que ya se trazó en la anterior legislatura y que ahora habrá que ejecutar.
-Precisamente por la celebración del cincuentenario no estaba asegurada la salida en el Regina Mater ¿no?
-Nosotros desde un principio mostramos nuestra predisposición. Cuando saltó la noticia nosotros ya estábamos inmersos en los preparativos del aniversario. Por eso, quedamos un poco a la expectativa de conocer más información. Una vez supimos más datos aseguramos nuestra participación. Entendemos que el 775 aniversario de la Catedral con todo lo que está ocurriendo es motivo suficiente para la celebración de este acto.
-Hablando de la Catedral ¿qué le parece todo lo que está ocurriendo?
-Nosotros no tenemos mucho más que decir más que lo que ya ha dicho el Cabildo. Estamos al lado de la Iglesia y siempre lo vamos a estar. Creo que hay cosas más importantes ahora mismo y hay muchas tergiversaciones sobre la historia del templo, que es católico desde la llegada de Fernando III «El Santo».
-Aún se desconocen gran parte de los actos del cincuentenario…
-Sí, nos hubiera gustado presentarlos antes de final de año, pero con las elecciones ha sido imposible. Podemos afirmar que bajaremos a la Catedral el 6 de mayo de 2015 para organizar allí un Triduo antes del regreso el 9 de mayo. Además, hay preparadas conferencias, presentaciones de libros y otras actividades.
-En los últimos años han sufrido un descenso de nazarenos ¿Les preocupa?
No en exceso. Nos gustaría tener los máximos posibles, pero no es una obsesión. Sabemos que los que tenemos son de gran calidad y así lo demostraron el año que nos cayó el aguacero, en el que el cortejo no se descompuso en ningún momento. Hemos tenido un cambio de generación importante y eso se ha notado. No somos una hermandad de silencio, pero sí de negro y tenemos que tener la máxima seriedad en la calle.
-Hablando de generaciones, la media de edad de su cofradía siempre ha sido muy elevada
-Sí, así es. Hasta hace pocos años hemos dado la imagen de ser una hermandad muy hermética y eso no ha sido favorable. La juventud se sentía cohibida y no se atrevía a formar parte del día a día de la cofradía. Por ello, hemos decidido abrir la hermandad de par en par para que entre el aire fresco. La juventud es el futuro y su llegada se nota.
R. C. M. Enlace a noticia
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