domingo, 8 de febrero de 2015

Cuando una corporación llega a ser centenaria, el orden de prioridades en el plano artístico y patrimonial pasa a un estado conservacionista más importante que cualquier estreno de una hermandad con más juventud. Legados que mantener en perfecto estado para que sigan generación tras generación deslumbrando por su riqueza y valor como el primer día, cosa ardua y constante.
Esta hermandad tricentenaria posee un rico y vasto patrimonio plagado de arte hoy en día catalogado de incalculable valor que como no, hay que mantener.

Tras el estreno importantísimo del nuevo local de capuchinos, ahora toca la conservación de enseres patrimoniales que por orden de estado hacen imperativa su actuación. Tras la restauración de ambos titulares, camarín de la Señora, capilla del Cristo y dosel de este, le toca el turno al trono de salida de la Virgen de los Dolores.

Pieza inseparable de la imagen en la calle de la Señora de Córdoba, su estado de conservación ha ido empeorando por el paso de los años y por unas desafortunadas actuaciones que provocaron unas alarmantes grietas y pérdida de policromia. En estos días la pieza del año 1.779 se encuentra en los talleres de Enrique Ortega para su restauración, teniendo prevista su entrega antes del Viernes Santo.

Igualmente, se está ejecutando un nuevo pollero para la Virgen que sustituirá al actual que se utiliza en la salida procesional.

Tras la actuación sobre la peana son muchos los frentes donde mirar, el más importante es el manto de Las Palomas, gran empresa esta, por su valor y por su estado.

Rafa López
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1 comentarios:

  1. Creo que esta peana no es apropiada para el paso. Demasiado ALTA, más propia de una imagen de gloria. La candelería se ve baja.
    Reconozco el valor y la belleza de la pieza, pero insisto es que es inapropiada. Rompe medidas y proporciones.

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