La Escuela Taller Fernando III el Santo celebró ayer, el acto de clausura tras dos años de trabajo en los que han colaborado en la restauración, elaboración de maquetas y piezas de cerámica para el Museo Diocesano.
El acto comenzó con una Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández y concelebrada por el Cabildo Catedral. En la homilía el Sr. Obispo indicó que con esta Misa de acción de gracias a Dios termina "esta etapa muy importante para algunos, de formación y orientación laboral que se ha desarrollado en un clima de familia" y exhortó a los alumnos: "lo más importante de la Escuela Taller sois vosotros que habéis crecido en la capacidad de humanidad, de convivencia y quizás también en la fe cristiana".
A continuación, en el Palacio Episcopal, tuvo lugar el acto oficial de clausura en el que la directora de la Escuela Taller Sara Trucios presentó un video informativo con fotografías sobre el trabajo que han realizado los chicos.
A continuación, el representante del Servicio Andaluz de Empleo, José Miguel Ríder excusó la ausencia del delegado de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández, y explicó que la Escuela Taller se enmarca en un programa estrella de los últimos 25 años, perteneciente a la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, y destinado a jóvenes menores de 25 años. Asimismo, valoró positivamente el trabajo de los alumnos durante este tiempo durante el cual han trabajado en los distintos módulos de restauración, cerámica y maquetas para la remodelación del Museo Diocesano, e indicó que "desde el SAE nuestro objetivo prioritario no puede ser otro que el que mejoréis vuestra empleabilidad", es decir, "que seáis mejores personas capaces de incorporaros a este mercado laboral".
Por su parte, la directora del Museo Diocesano, María José Muñoz dio las gracias a los miembros del SAE que le ayudaron a impulsar esta iniciativa, también dedicó unas palabras a la Directora de la Escuela por el desarrollo de este proyecto y finalmente, a los monitores y a cada uno de los alumnos el haber participado en la Escuela Taller.
Finalmente, tras la entrega de diplomas, Mons. Demetrio Fernández cerró el acto recordando algunos de los momentos que también ha compartido de cerca con los alumnos y trasmitió su gratitud a la directora, a los monitores, a las autoridades y a todos aquellos que han participado, destacando que "toda obra buena viene de Dios". Y deseó a los jóvenes que puedan encontrar un trabajo y de esta forma, puedan servir a la sociedad con esta capacitación que han adquirido en la Escuela Taller.
Diócesis de Córdoba
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