Lo vivido esta jornada ante los titulares de la hermandad de los Dolores son de esos momentos de delicatessen cofrade, de esos instantes que perduran en el recuerdo de como el arte hecho melodía empapa las recoletas paredes de un templo que se queda pequeño ante tan majestuosa conjunción.
Llegó al medio día Redención a su casa, no sabría si catalogar de segunda dado que se deben a sus titulares, pero es tal la afinidad de la A.M. de la Redención con la hermandad de los Dolores que se podía catalogar casi de banda propia.
Y es que ya han pasado 25 años desde que una apuesta de futuro que algunos tachaban de "locura", cuajara y se convirtiera en un lujo, un orgullo y un honor poder disfrutar de la mejor Agrupación Musical de Andalucía tras tu clemente titular. Ya han pasado 25 años y ahí están tras el Cristo de la Clemencia. No hay banda de cornetas y tambores que sea capaz de destronar de esa posición un Viernes Santo a Redención. Y no será por ofrecimientos, intentos de cambio, gustos y un sinfín de piedras en el camino que han hecho fortalecer más aún la unión del tandem Clemencia-Redención.
La sinfónica de la Hué ha sabido adaptar un repertorio para ser digno de un crucificado de Viernes Santo, de un crucificado al cual llora la Madre de Córdoba y hacer estremecer cada corazón que realmente sienta la esencia de nuestra Semana Santa. Ver al Cristo de la Clemencia realizando un reposado giro al son de "Siete Dolores" es de sibarita cofrade, de regusto, de sentimiento y de un respeto provocado por la imagen y los sones que hace estremecer ese rayo que cruza el cuerpo y eriza la piel.Esta mañana Redención lo ha hecho de nuevo en los Dolores, nos ha emocionado. Exquisito concierto el ofrecido en el repertorio fúnebre servita, marca de la casa. La iglesia se ha hecho pequeña ante el despliegue de componentes y asistentes a tan magno acto de fe musical. Los presentes hemos disfrutado de los sones de "nuestra" agrupación musical, con permiso de los hermanos de la Estrella, mirando a la cara de nuestros titulares y escuchando el rezo de los instrumentos. Para colofón y si era poco con lo vivido, nos regalan una nueva marcha. Una nueva composición esta vez dedicada a Ella, "Regina Et Mater Dolorosa", creación de Jesús Lora a la cual se le unió las voces del coro Ziryab.
Gracias a las juntas de gobierno de la hermandad que han sabido transmitir la calidad y gracias a la agrupación por hacernos disfrutar, por poder decir con orgullo que tras el Cristo de la Clemencia va Redención, vamos a por otros 25, vamos de frente.
Rafa López.
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