Por vez primera en muchos años, concretamente desde que existe la llamada Cátedra o Sede del Obispo en la Catedral de Córdoba, una imagen ha presidido un acto religioso ubicada sobre el Altar Mayor, ya que hasta la fecha se las solía colocar más esquinadas. En esta ocasión fue la Virgen de los Dolores, a la que ayer se dedicó el primer día del triduo que se celebrará hasta mañana, día 8, con motivo del Cincuentenario de su Coronación Canónica. Para la ocasión, la Virgen reposó sobre una peana de 1874 y que era una pieza del paso de palio con el que solo procesionó ese año.
Y el primer predicador, acompañado por la Nova Schola Gregoriana, resultó ser el anterior obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, actual arzobispo de Sevilla, quien desde siempre ha demostrado sentir una auténtica devoción por esta Virgen. No en balde, la hermandad guarda como un preciado tesoro el archivo sonoro de su última intervención en honor a la Señora, que tuvo lugar el pasado Viernes Santo.
Hoy le tocará el turno al vicario general de la diócesis y consiliario de la hermandad, Francisco Orozco, con el Orfeón Cajasur, mientras que el viernes intervendrá Fray Javier María Badillo, delegado de las Órdenes Seglares, Grupos Laicos y Hermandades Servitas de España, con la Capilla Musical de la hermandad de la Misericordia. Igualmente, está en Córdoba desde el pasado lunes, Sor Emilia Sebastiá, superiora general de las Hermanas de la Consolación. El sábado, día del aniversario, tendrá lugar un solemne pontificial presidido por el obispo, Demetrio Fernández.
Abc Córdoba - enlace a noticia
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